Construyendo estrategias para conservar la biodiversidad
-Yacuambi.- La Dirección de Gestión Ambiental, del Gobierno Provincial de Zamora Chinchipe, se encuentra llevando a cabo el taller denominado “Construcción de Estrategias para Conservación y Uso Sustentable de Bosques y Fuentes de Agua de Zamora Chinchipe”, con la finalidad de retroalimentar y mejorar la propuesta institucional que permitirá conservar los bosques y fuentes de agua, y a la vez aprovechar con una visión de sostenibilidad los bienes y servicios ecosistémicos.
Con estos talleres, se busca llegar a consensos sobre creación y funcionamiento de las denominadas Áreas de Conservación y Uso Sustentable de la Biodiversidad (ACUS), las cuales serían espacios territoriales determinados en los que no se produzca deliberadamente un cambio en el uso actual de suelo, en decremento del bosque, logrando realizarse producción agropecuaria amigable con el ambiente, así como también el ordenamiento de las fincas. Es decir, no se trata de conservación estricta, sino más bien de convivencia armónica entre el hombre y la naturaleza.
A decir del director de Gestión Ambiental de la Prefectura, Paúl Palacios, se ha venido trabajando en dos territorios que cumplen con estas características: el territorio Bracamoros en los cantones Palanda y Chinchipe, y el territorio Yawi-Sumak en los cantones Zamora y Yacuambi; siendo interés provincial incluir dos territorios adicionales: Fuentes de Agua y Cordillera del Cóndor.
El pasado fin de semana se llevó a cabo el taller en el cantón Yacuambi. Para Naún Montaño, Vicealcalde de este cantón, es importante esta socialización, “porque nuestras fuentes de agua, son un elemento vital que necesitamos hoy, mañana y siempre y tenemos que luchar todos haciendo un esfuerzo mancomunado”, señaló Montaño.
El prefecto Salvador Quishpe Lozano, dijo que con estos talleres se pretende concientizar y mejorar el uso sustentable, la biodiversidad, los bosques y fuentes de agua de la provincia. “No se trata de tener grandes cantidades de tierra trabajadas, más bien de mejorar su calidad y optimizar su uso, porque debemos pensar en el futuro de nuestros hijos”, mencionó la autoridad provincial.
-La Junta Parroquial dirige el proyecto de protección, que incluye el control de la cacería y tala de árboles, charlas dirigidas a los estudiantes, mingas comunitarias para adecentar los senderos que llevan a los sitios más importantes y el monitoreo de la zona. 600 personas de San Andrés participan. Según el presidente del Gobierno Parroquial, Martín Jiménez, con estas acciones mejoraron las condiciones para la reproducción del lobo de páramo y otros animales como el tapir, la guanta y el chonto (especie de venado). Jiménez, siempre que ingresa a la reserva, encuentra algunos de estos ejemplares. “Hasta hace unos cinco años era difícil porque la cacería estaba por acabar con algunas especies como el oso de anteojos”, dijo Marlene Gaona, quien participa en las mingas. El Ministerio del Ambiente identificó 18 especies de mamíferos, 111 de aves y 11 de anfibios en esta reserva. Además, hay un registro de 280 plantas, de las cuales 32 son endémicas. Alberga árboles como el cedro, pino, laurel, cucharillo y otros. La última de las 10 mingas del 2018, programada por la Junta Parroquial con las familias de San Andrés, fue el mes pasado. Unas 500 personas -por turnos los fines de semana- acarrearon las piedras y troncos para construir un sendero de un kilómetro y acceder a laguna de El Golpeadero. La reserva de Yacuri tiene 16 pequeñas y grandes lagunas. En la zona hay lloviznas casi permanentes, neblina y vientos fuertes que remesen el pajonal. En verano, los rayos del sol caen sobre las aguas cristalinas y embellecen el paisaje. En las montañas nacen vertientes, quebradas y ríos como el Blanco y el Isimanchi que forman las cuencas binacionales Mayo-Chinchipe y Catamayo-Chira. “La protección del agua es el principal objetivo que nos mueve a cuidar el bosque, para no sufrir los efectos de la sequía”, dijo el Presidente de la Junta Parroquial. Los primeros habitantes llegaron en 1963 desde Jimbura y Amaluza (poblados fronterizos) donde había prolongadas sequías, dijo Víctor Jiménez. Esta reserva es un corredor biológico transfronterizo que limita al norte con el Parque Nacional Podocarpus y al sur con el Santuario Natural de Tabaconas-Namballe, del Perú. Tiene zonas de páramos, bosque de neblina y matorrales secos de altura. Por eso, las acciones para conservar el recurso hídrico también favorecen al noroccidente de Perú, dijo la comunera Marlene Gaona. Por su ubicación y riqueza, el Yacuri es parte de las zonas núcleos de la Reserva de Biósfera Podocarpus-El Cóndoy y de importancia para la conservación de la biodiversidad del sur del país. El 2019, la Junta Parroquial pedirá al Ministerio del Ambiente que incluyan 15 000 hectáreas de la zona norte. Su idea es aumentar la protección de las nacientes de agua y evitar las concesiones mineras.
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